ES POR ESO QUE LOS MUSUMANES Y JUDIOS NO COMEN CARNE DE CERDO:..............................!
- MPA (Salud, Nutrición, Traducción)
- 20 sept 2017
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A muchos les interesan saber, ¿por qué los musulmanes y los judios no comen carne de cerdo? Porque parece ser un animal poco exigente que da mucha carne. Ya que lo comemos y nos sentimos muy bien. De muchas personas se puede escuchar la respuesta convencional: "La religión lo prohíbe" o "El cerdo es un animal sucio". Pero si recordamos los tiempos del nacimiento de las religiones, la gente no era mucho más límpia que los mismos cerdos. Pero existe aún el aspecto histórico de la prohibición del consumo de la carne de cerdo por estas religiones. En este artículo se explica el por qué los musulmanes y los judios no deben comer carne de cerdo.

¿Por qué los musulmanes no comen carne de cerdo?
Por cierto, la prohibición de comer carne de cerdo se puede encontrar en el Corán: "De lo que se me da en revelación, me parece prohibido comer sólo carne muerta, sangre derramada y carne de cerdo que es o que sea mala, así como carne ilícita de animales que no hayan sido sacrificadas por causa de Allah". Pero, ¿por qué de este animal en particular?
En los territorios donde nacieron el Judaísmo y el Islam, había un clima extremadamente caliente. Y el cerdo, es conocido, por tener carne de vida útil muy corta. Si se tiene en cuenta el hecho de que el cerdo es un omnívoro y que puede comer incluso sus propias heces, su carne contiene triquinela y parásitos que causan diversas enfermedades. Además, muchas bacterias no mueren incluso al ser procesadas con tratamiento térmico.

Por esta razón es que el consumo de la carne de cerdo causa una gran cantidad de graves intoxicaciones, enfermedades y muertes. Por supuesto, la gente creía que estos fenómenos tienen un significado mucho más profundo que una amenaza para la salud. Y si el cuerpo no acepta esta carne, es porque es diabólica. En consecuencia, el cerdo estaba prohibido.
Prácticamente, cualquier prohibición en la religión puede ser justificada científicamente. Por ejemplo, los judíos están prohibidos de consumir langostas, cangrejos y cangrejos de río. Como se sabe ahora, la carne de estos seres marinos contienen un veneno de cadáver denominado ptomain. Y las leyes de Kashrut prohíben comer carne de depredadores, porque son carnívoros, lo que significa que en sus organismos hay un montón de toxinas.
También es interesante el hecho de que todas las religiones abrahámicas prohíben comer la carne de cerdo. "El cerdo, aunque es un animal con cascos dobles, pero que no rumea, por eso es impuro para tí; no coman su carne, y no toquen sus cadáveres" (Viblia, Deuteronomio, capítulo 14, versión 8).
La ingesta de esta carne viene prohibida con toda claridad de la Biblia, en por lo menos, dos de sus libros, el Levítico y el Deuteronomio:
"No comereis: camello, pues aunque rumia, no tiene partida la pezuña: lo consideraréis impuro, ni damán, porque rumia, pero no tiene la pezuña partida: lo consideraréis impuro, ni liebre, porque rumia, pero no tiene la pezuña partida: la consideraréis impura; ni cerdo, pues aunque tiene la pezuña partida, hendida en dos mitades, no rumia: lo consideraréis impuro" (Lv. 11, 4-7, similar en Dt. 14, 3-8).
Recoge también la prohibición el libro sagrado de los musulmanes, el Corán, lo que por otro lado, apunta a que el animal se tenía por maldito no sólo entre los judíos, sino también entre otros muchos pueblos de la región:
"Os está vedada la carne mortecina, la sangre, la carne de cerdo, la de animal sobre el que se haya invocado un nombre diferente de Dios" (C. 5, 3, similar en muchos otros pasajes).

No así, en cambio, al Cristianismo, que rompe expresamente con las prohibiciones alimenticias precristianas:
"Pedro entonces se puso a explicarles punto por punto diciendo: "Estaba yo en oración en la ciudad de Jope y en éxtasis vi una visión: un objeto como un lienzo grande, atado por las cuatro puntas, que bajaba del cielo y llegó hasta mí. Lo miré atentamente y vi en él los cuadrúpedos de la tierra, las bestias, los reptiles, y las aves del cielo. Oí también una voz que me decía: "Pedro, levántate, sacrifica y come". Y respondí: "De ninguna manera, Señor; pues jamás entró en mi boca nada profano ni impuro". Me dijo por segunda vez la voz venida del cielo: "Lo que Dios ha purificado no lo llames tú profano" (Hch. 11,4-9).
También hay leyendas de que los cerdos son personas transformadas por Dios, en animales. En cualquier caso, sus tradiciones y su religión deben ser respetadas, porque en este mundo, no todo se presta a la explicación científica, lo que significa que hay algo más que es más superior a nosotros.
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Por MPA.
(Ref.: Takprosto; Wikipedia; Russian7; Islamreview)