La micción (M) se llama a la acción de expulsar o de eliminar la orina, que es el deshecho que filtra los riñones, agregado al exceso de agua en la sangre. En condiciones normales, un individuo puede almacenar en su vejiga unos 200 ml de orina, que puede contener de 2-5 horas.
Esta frecuencia puede cambiar de acuerdo con la cantidad de líquido que se ingiere y la actividad que realizamos durante el día. Si se consume mucha agua y se practica el deporte, probablemente se perderá mucho del líquido que se consume por lo que se orinará menos. Pero, ¿qué ocurre cuando tenemos que orinar continuamente? Esta es una forma de detectar que algo no está bien y que es necesario recurrir a la consulta de un médico profesional. Los especialistas médicos en estos asuntos son los urólogos.
Mayor necesidad de orinar
Es importante establecer la diferencia entre una persona que bebe grandes cantidades de líquido y que a mundo necesita orinar de otra persona que tiene un bajo nivel de consumo (ingesta) de líquidos.
Algunos de los hábitos que nos obligan orinar con más frecuencia:
- Beber grandes cantidades de agua o líquido. Las infusiones y el agua por en sí generan una mayor necesidad de orinar.
- Si siente la necesidad de orinar a media noche, es importante verificar la cantidad de líquido que se bebe antes de acostarse. Es importante orinar antes de acostarse para evitar despertarse al amanecer y aún así que no interfiera para quedarse dormido.
- La cafeína aumenta la necesidad de orinar, así como el alcohol y sobre todo la cerveza.
- Los diuréticos que generalmente se administran con precisión debido a la retención de líquidos (RL) en la vejiga, provocan micción frecuente.
- La ansiedad, el estrés y los nervios pueden ser una combinación que genera la respuesta corporal a una situación de tensión que provoca la micción.
Pero existen otras razones por las que las visitas al baño se vuelven más frecuentes y que no tienen nada que ver con los hábitos o con algunas de las razones descritas anteriormente, pero hay ciertas patologías que hacen que el número de veces que orinemos aumente. Veamos algunos:
- INFECCIONES URINARIAS.
La necesidad de orinar permanentemente es el síntoma clásico de las infecciones del tracto urinario. Además, a menudo van acompañados de dolor punzante, ardor e incluso de sangre en la orina. Esto es muy común en las mujeres jóvenes. Si la infección ya está presente en los riñones, las personas afectadas pueden presentar otros síntomas como fiebre, náuseas, vómitos y dolor de espalda a la altura de la cintura. Esta infección a menudo se conoce como cistitis.
- INFLAMACIÓN O INFECCIÓN EN LA URETRA.
Las bacterias o virus que se alojen en el tracto urinario pueden causar inflamación o infección de la uretra, que es típica de la clamidia o la gonorrea, que son enfermedades de transmisión sexual. Esto puede causar micción con mayor frecuencia y presenta síntomas similares a la cistitis.
- PROSTATITIS.
La inflamación de la próstata es una patología que a menudo afecta a los hombres, especialmente cuando ya han alcanzado los 50 años de edad.
Las ganas de orinar permanentemente tienden a ocurrir especialmente por la noche y esto va acompañado de dolor o ardor al orinar o la sensación de querer seguir orinando incluso cuando se termina de hacerlo. Esta patología requiere consultar con un urólogo.
Además de estas infecciones, que son las más comunes que afectan a las personas en relación con el deseo de orinar con frecuencia, también se pueden agregar otras razones para considerarlas:
- Vaginitis (inflamación en la vagina),
- Diabetes tipo II,
- Edemas (hinchazones o tumores) en la pelvis,
- Cáncer en la vejiga,
- Alteraciones del sistema nervioso,
- El embarazo,
- Síndrome de vejiga hiperactiva.
Cada vez que note que su deseo de orinar aumenta y se da cuenta que no es porque haya bebido demasiada agua o porque esté tomando diuréticos, es imprescindible consultar con un especialista médico.
Pero también podemos tratarnos con alternativas naturales que nos pueden ayudar en el proceso y en la curación que se realice para reducir los síntomas y sentirse mejor.
Algunos remedios naturales:
- Beba infusiones de cola de caballo en ayunas (osea, con el estomago vacío), a las que debe agregar el jugo de medio limón. Esto ayuda a limpiar el tracto urinario y actúa como un diurético.
- Ya se sabe que el ajo es un antibiótico natural y que es uno de los más efectivos. Agregue 1 diente de ajo en un vaso de agua tibia por la mañana, deje que se desprenda de sus propiedades durante todo el día y tome este líquido por la noche.
- Prepare infusión de jengibre (kión), que es ideal como un remedio antiinflamatorio. Esto alivia el tracto urinario.
- El agua es lo mejor que podemos ingerir para limpiar el tracto urinario. Si bien todos los líquidos sirven para mantenernos hidratados, no hay nada mejor que el agua. Pero hay que tener cuidado! Es aconsejable beber aproximadamente 2 litros de agua al día, ya que beberlo en exceso puede llegar a ser perjudicial.
- Modifique sus hábitos alimenticios y, a medida que avanza este proceso, evite alimentos como el chocolate, la carne roja, las comidas picantes, los productos procesados, los azúcares refinados, el vinagre, la leche de vaca y el café. Aumente el consumo de frutas y verduras.
- Nunca demore por mucho tiempo la necesidad de orinar. Esto es muy dañino para la vejiga y el tracto urinario. Porque la orina es un desperdicio que si se le retiene por un tiempo prolongado en la vejiga puede causar infecciones.
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x MPA. (Ref.: Raisehandnow.com)